Legisladores pertenecientes a grupos minoritarios: La Oficina del Censo de los Estados Unidos crea un gran daño al aprobar una pregunta sobre la ciudadanía en el próximo Censo

Los asambleístas Crespo, Kim, Solages y otros se declaran en contra de incluir una pregunta sobre la ciudadanía en el Censo del 2020 debido a su impacto negativo para asegurar un conteo poblacional preciso en Nueva York y en el país

Ayer, al caer la oscuridad de la noche en todo el país, la Oficina del Censo de los Estados Unidos anunció que estaría de acuerdo con una solicitud hecha por el Departamento de Justicia de los Estados Unidos para incluir una pregunta sobre el estatus de ciudadanía de las personas en el Censo del 2020. Incluir la pregunta en el conteo decenal de todos los residentes de los Estados Unidos, tal y como está requerido por la Constitución, está siendo considerado por expertos y legisladores como un perjuicio para un conteo poblacional preciso y completo, especialmente en un estado como Nueva York con una gran población de inmigrantes y de personas indocumentadas. Hoy, líderes legislativos de la Asamblea y del Senado del Estado de Nueva York emitieron un llamado para que el Congreso detenga la decisión del Censo y todos los retos legales de la decisión inmediatamente.

Según el asambleísta Marcos Crespo, presidente de la Comisión Especial de Asuntos Puertorriqueños e Hispanos, “Hemos sido testigos de las terribles consecuencias económicas y políticas que puede tener un conteo incorrecto en nuestras comunidades. La gran falta de precisión en el Censo del 2010 le costó a Nueva York la pérdida de más de $1.5 mil millones al año en ayuda federal y dos escaños en el Congreso. Estamos a punto de presenciar un mayor impacto negativo ante el temor y la incertidumbre que se generará al compartir el estatus de ciudadanía, conllevando a que millones de personas no participen en el Censo. La decisión tomada por la Oficina del Censo debe de ser detenida por el Congreso y los tribunales”.

El asambleísta Ron Kim, copresidente del Comité sobre Asuntos Asiático-Americanos del Pacifico, declaró “El Censo es el factor determinante en la toma de varias decisiones importantes desde escaños congresuales hasta el financiamiento que las comunidades reciben. Preguntas relacionadas al estatus migratorio, en conjunto con la aumentante retórica antiinmigrante del Presidente, solamente harán más difícil poder lograr un conteo preciso en las comunidades con grandes poblaciones de inmigrantes. La Oficina del Censo debería rechazar incluir cualquier pregunta relacionada al estatus migratorio de las personas, y asegurar que un conteo completo y preciso se lleve a cabo”.

“El Censo del 2020 debe contar de una manera segura a todas las personas en los Estados Unidos, independientemente de su estatus de ciudadanía. La solicitud del Departamento de Justicia para añadir una nueva pregunta sobre la ciudadanía en el Censo es otro ataque en contra de los estados como Nueva York con grandes poblaciones inmigrantes”, dijo la asambleísta Michaelle C. Solages, presidenta de la Comisión de Nuevos Americanos. “Añadir una pregunta sobre la ciudadanía, reducirá significativamente la participación de los inmigrantes y de las personas nacidas en los Estados Unidos que viven con ellos en el próximo Censo”.

La asambleísta Jaime Williams afirmó, “Esta pregunta capciosa sobre la ciudadanía, que resurgió en nuestro ambiente político actual, parece apuntar y señalar a los inmigrantes indocumentados, y puede echarle más leña a un tema candente, lo cual no es pertinente para nuestros valores fundamentales como estadounidenses. El uso de esta pregunta solamente causará que áreas que necesitan de ayuda desesperadamente no sean contadas con exactitud en el Censo; en vista de que muchos inmigrantes indocumentados seguramente no responderán esta pregunta. La función del Censo es obtener un reflejo aproximado de la sociedad estadounidense y no causar un efecto de temor que intimide a un componente vital de nuestro país, causando que no sea contado apropiadamente”.

“Cualquier intento para imponer una pregunta de ciudadanía en el próximo Censo es un esfuerzo enfocado en amenazar y aislar a las comunidades inmigrantes de todo el país”, dijo la asambleísta Nily Rozic. “El objetivo del Censo no es desalentar la participación mediante el temor generalizado, sino proveer un conteo preciso de las personas viviendo en los Estados Unidos independiente de su estatus migratorio. En vista de esta amenaza al proceso de encuesta y con el objetivo de preservar la capacidad de Nueva York de crecer y triunfar, me uno a mis colegas para exhortar a la Oficina del Censo a remover cualquier pregunta sobre la ciudadanía en el Censo del 2020”.

El asambleísta Michael Blake dijo, “Es claro y obvio que la visión de los aliados de Trump-Pence en el Congreso es establecer intimidación y división entre las comunidades, especialmente en las comunidades de color. Preguntarle a alguien sobre su estatus de ciudadanía en el Censo, dado a los comentarios racistas hechos por el Presidente Trump, sabiendo que indudablemente logrará que las personas se detengan y duden ser parte del Censo por miedo a retaliación por parte de los agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos (I.C.E., por sus siglas en inglés) es racista e innecesario. Debemos enfocarnos en hacer todo lo posible para ser contados en el Censo para que más financiamiento y recursos vengan a nuestras comunidades, no menos”.

“Me opongo a incluir una pregunta sobre la ciudadanía en el Censo del 2020 porque impondría un temor innecesario y podría resultar en un conteo incorrecto. La Oficina del Censo ya tiene suficientes dificultades logrando que las personas participen en el Censo, y preguntas relacionadas a la ciudadanía podrían afectar la participación aún más, y cohibir a comunidades de bajos recursos de obtener la representación, los fondos y servicios que necesitan”, dijo el asambleísta Robert J. Rodríguez.

“El Censo es el conteo obligatorio de los habitantes de los Estados Unidos de América. Eso es todo. Esta pregunta tendrá consecuencias muy negativas en el conteo final y resultará en que muchas más personas no participen. Un conteo incorrecto final no favorecerá al estado de Nueva York, especialmente en las áreas que la Oficina del Censo sabe son difíciles de contar. La única razón para preguntar sobre la ciudadanía en el formulario del Censo es para intimidar a las personas”, dijo el senador Martin Malavé Dilan.

La senadora Marisol Alcántara, Presidenta del Comité de Trabajo del Senado estatal dijo, “Exigir la divulgación sobre el estatus de ciudadanía en el próximo Censo del 2020 empeora aún más el asunto actual de no contar apropiadamente a poblaciones difíciles de contar e impactará la retribución apropiada de fondos al estado de Nueva York. Además, esta pregunta indiscreta innecesariamente alimenta sentimientos antinmigrantes e indudablemente disuadirá a las personas de proveer información precisa. En respuesta a este intento, le he enviado una carta al Secretario del Departamento de Comercio de los Estados Unidos, Wilbur Ross. Aplaudo a los congresistas Meng, Serrano y Maloney por demostrar su liderazgo en este asunto urgente”.

“La presión impuesta por el Departamento de Justicia de los EE. UU., para añadir una pregunta sobre el estatus de ciudadanía de las personas es tan dañina como transparente”, dijo la asambleísta Amy Paulin, presidenta del Comité Permanente sobre Corporaciones, Autoridades y Comisiones”. “Es un intento para infligir un temor desmesurado y sin precedente alguno en las comunidades latinas –con documentos y sin documentos– basada en la políticas de inmigración de esta administración para disminuir los índices de respuesta y reducir la voz de estas comunidades. En Nueva York, también podría disminuir injusta e incorrectamente nuestro conteo en el Censo, resultando en una cantidad muy por debajo de lo que nos corresponde en los fondos federales e inclusive impactando nuestra representación en el Congreso. Necesitamos hacer esto bien. No hay segundas oportunidades con el Censo”.

El Portavoz Adjunto de la Asamblea del Estado de Nueva York Félix W. Ortiz, declaró, “no me sorprende que el Presidente y su Departamento de Justicia estén tratando de preguntar sobre el estatus de ciudadanía de las personas en el Formulario del Censo del 2020. El apoyo del Presidente Trump para esta pregunta innecesaria y sin pruebas es otro ejemplo de la hostilidad de la administración hacia las personas de color y los inmigrantes. Ahora, es obvio que el Secretario de Comercio Wilbur Ross no hizo lo correcto al rechazar esta solicitud sin base alguna”.

“Preguntarles a los estadounidenses si son ciudadanos o no en el Censo del 2020 va en contra de todo lo que representamos como estadounidenses. El objetivo del Censo es poder proveer soluciones a las necesidades de las comunidades sin importar su estatus de ciudadanía. Esto también causa que la información sea cuestionable debido a las respuestas provistas por los residentes temerosos. Diez años es mucho tiempo para que una comunidad tenga que esperar por financiamiento apropiado para sus escuelas y hospitales, todo a causa de un conteo inapropiado por una pregunta que no ha sido puesta a prueba y que es incorrecta”, declaró la asambleísta Latrice Walker, miembro del Comité Especial sobre los Asuntos de Mujeres de la Asamblea.

Según la asambleísta Carmen Arroyo, “el intento del Departamento de Justicia para incluir una pregunta sobre el “estatus de ciudadanía” es otro intento para afectar a la población inmigrante. Esto sólo aumentará el temor y conllevará a una reducción mayor de los índices de participación que ya de por sí son bajos. Un conteo incorrecto en el Censo afectará negativamente el número de representantes al Congreso y ayudará a la administración del Presidente a lograr su meta de reducir la ayuda federal necesaria para el estado de Nueva York. Un Censo impreciso nos afecta a todos especialmente a los más vulnerables en nuestra sociedad”.

Según Crespo, “actualmente, el Departamento de Comercio de los EE.UU., está haciendo pruebas para el Censo del 2020 en el estado de Rhode Island. Estas pruebas no incluyen una pregunta sobre la ciudadanía y la Oficina del Censo no tendrá los medios para poner a prueba el impacto negativo que esta sola pregunta tendrá en su misión de contar a todos los residentes de nuestro país”. Añadió, “estoy completamente anonadado sobre qué tanto la actual administración realizará para quebrantar nuestra Constitución, crear temor y diluir el poder del pueblo como es evidentemente con la decisión anunciada ayer sobre este tema”.

“Preguntar sobre el estatus de ciudadanía de las personas en el Censo del 2020 es un claro indicio de que el Departamento de Justicia de los EE.UU., intenta excluir a muchas personas de la población de ser contadas. Las implicaciones negativas sociopolíticas de un conteo incorrecto en nuestro estado son perjudiciales para las comunidades de color. Un censo por definición es el conteo de la población de personas viviendo en un área geográfica particular; por lo tanto brindar información sobre su estatus de ciudadanía es irrelevante al contemplar un conteo incorrecto. Esta decisión infligirá un miedo adicional en las comunidades inmigrantes en todo el estado y sin duda alguna resultará en menos inversiones y falta de recursos para el apoyo de nuestras comunidades que de por sí ya están marginadas”, dijo la asambleísta Carmen De La Rosa.